O bem juridico e a política criminal de drogas: do objetivo declarado ao processo seletivo de criminalização em Curitiba/PR
Abstract
No Brasil, a política proibicionista relacionada a drogas está prestes a completar cem anos. As consequências da adoção de tal modelo são: estigmatização dos usuários, seletividade na repressão, encarceramento em massa da população mais vulnerável, criação de organizações criminosas com alto suporte econômico e poderio bélico, corrupção de autoridades, alto custo econômico da repressão e o custo imensurável em vidas humanas perdidas. A percepção é que os prejuízos advindos desta “guerra às drogas” são muito maiores do que seus benefícios. Neste contexto, por meio de revisão bibliográfica e de análise estatística, objetiva-se propor uma reflexão sobre a política criminal de drogas face ao seu objetivo declarado de proteção à saúde pública. Historicamente, o modelo proibicionista brasileiro apresenta três marcos importantes: o início, a partir do Decreto 4.294/1921, o período compreendido entre o final da década de 1960 e o início da década de 1970, com o auge da repressão durante o Regime Militar (1964/1985) e a subsequente vigência da Lei 6.368/1976 e, por fim, os anos 2000, com o advento da Lei 11.343/2006, que excluiu a possibilidade da aplicação de penas privativas de liberdade a usuários de drogas. Em todos esses momentos, a política de drogas mostrou-se seletiva, destinando o rigor legal às classes desfavorecidas e/ou marginalizadas. A fim de testar tal hipótese e utilizando como modelo a cidade de Curitiba, Paraná, o estudo empírico levado a efeito a partir de dados socioeconômicos e de ocorrências policiais indica que o tráfico de drogas impera nas regiões que têm rendimentos abaixo da média e que 35% da variação da taxa de ocorrências policiais relacionadas a tráfico de drogas pode ser explicada pela variação do número de domicílios permanentes em casa de cômodos, cortiço ou cabeça de porco e taxa de pretos e pardos. Ou seja, a taxa de ocorrências policiais relaciona-se a bairros pobres e cor da pele das pessoas, o que confere plausibilidade à hipótese de seletividade na repressão. Tanto a pesquisa histórica, quanto a empírica, convergem para o distanciamento da Política Criminal de Drogas da proteção à saúde pública, direcionando-a para um processo seletivo de criminalização. Inexistência de lesão a bem jurídico e afronta direito e garantias individuais indicam a possibilidade de mascaramento de seus possíveis objetivos reais, dentre eles o alijamento daqueles indivíduos que não pertençam à classe dominante ou que não sejam úteis à relação produção/consumo. Conclui-se, a partir da ausência de pilares de sustentação jurídicos e práticos e de prejuízos maiores que benefícios, que a Política Criminal de Drogas brasileira possa tão somente estar a serviço da classe social dominante, resguardando seus interesses e providenciando o enclausuramento das classes dominadas nas favelas ou na prisão, pelo menos até que sejam dóceis e úteis. En Brasil, la política prohibicionista direccionada a la drogadicción está a punto de cumplir cien años. Las consecuencias de la adopción de esto modelo es estigma social de los drogadictos, la selectividad en la represión, el encierro masivo de la población más vulnerable, el fortalecimiento económico y bélico de la delincuencia organizada, la corrupción en la administración pública y el pesado costo de la represión y, sobre todo, la expresiva pérdidas humanas. La percepción es que los perjuicios derivados de la "guerra contra la drogadicción" son mucho mayores que sus beneficios. En esto contexto, a través de la revisión bibliográfica y el análisis estadístico, el objetivo de la presente investigación es proponer una reflexión acerca de la política criminal para la drogadicción y su manifiesto objetivo de protección de la salud pública. A lo largo de la historia, el modelo prohibicionista brasileño se subdivide en tres hitos claves: el inicio, a partir del Decreto 4.294/1921, hasta el final de los años sesenta e inicio de los años setenta, incluso en el auge de la represión del Régimen Militar, y la subsiguiente vigencia de la Ley 6.368/1976 hasta los años 2000, con la promulgación de la Ley 11.343/2006, que excluyó la aplicación de penas de privación de libertad a los drogadictos. A lo largo del tiempo la política para las drogas ha sido selectiva, con el rigor de ley direccionada a las clases desfavorecidas e/o marginadas. Con objeto de probar esta hipótesis y usando como modelo la ciudad de Curitiba, Paraná, el estudio empírico realizado a partir de datos socioeconómicos y de registros en la policía muestran que el tráfico de drogas predomina en los barrios con ganancias debajo de la media, y que el 35% de variación de la taja de hechos delictivos relacionados con el tráfico de drogas se explica por la variación entre el número de domicilios en casuchas o chozas, cortijos o viviendas colectivas insalubres y el número de la población de negros y pardos. O sea, la taja de hechos delictivos tiene estricta relación con los barrios pobres y el color de la piel de las personas, hecho que reviste de plausibilidad la hipótesis de selectividad en la represión. Tanto la investigación histórica cuanto la empírica convergen a esto punto: La Política Criminal para las drogas se alija de la protección de la salud pública y se acerca a un proceso selectivo de criminalización. La inexistencia de lesión a bien jurídico y afrenta a derecho y garantías individuales indican un posible intento de enmascarar los objetivos verdaderos, de entre ellos el alejamiento de las personas no pertenecientes a las clases sociales dominantes o inútiles para la relación producción/consumo. La conclusión es que, a partir de la ausencia de los pilares de sustentación jurídica y práctica, y de los perjuicios mayores que las ventajas, nuestra Política Criminal para las Drogas puede que esté tan solamente a servicio de las clases sociales dominantes, protegiendo sus intereses, y providenciando la segregación de las clases dominadas en los barrios miserables o en prisión, por lo menos hasta que sean dóciles y útil.